
Hoy abro de nuevo la caja de Pandora
y mi piel vuelve a cubrirse con tu otra piel.
Mi nariz vuelve a rozar tus pechos
y mi vida se detiene para estar contigo.
Al morder la costura del fino camisón
tu sabor inunda mi boca. Me calas.
Al inspirar hondo tu aroma me penetras
y siento como tu sudor acaricia mis poros.
Muero. Mi corazón se detiene al besarte.
Mi alma se eleva al tenerte en mi aliento.
Tu perfume me envuelve, me enloquece
y provoca mis suspiros entre tus piernas.
Y revivo en el vacío, desesperado.
Lleno de ti y en ausencia de tu cuerpo
recordando tus palabras, tan vivas:
"Nunca nadie me había hecho sentir tan mujer como tú"
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