jueves, 7 de enero de 2010

Amante en tus manos


Me robaste el deseo una mañana impura
En la que nuestras palabras se arremolinaron
Formando torbellinos y huracanes de pasión.

Tú te has convertido en mi ardiente secreto
Al hacer de la ternura de un beso en la distancia
El sexo salvaje de dos amantes etéreos.

Mi sueño es el campo de batalla donde destrozas,
Maltratas, muerdes, rasgas e invades mi cuerpo
Para ofrecerme ese dulce dolor que me lleva al placer.

Mi cuerpo es el mundo donde besas, acaricias,
Abrazas, lames, atrapas y masturbas mis sueños
Para vivir el intenso placer y el dolor de tu ausencia.

Quiero, deseo y muero porque llegue el día
Que el aire entre nuestras pieles quede ahogado
Y sólo nuestro sudor ocupe el espacio entre ellas

Ansío, anhelo y araño los minutos donde compartiremos,
Más allá de alientos, obscenidades y fluídos,
El estallido del éxtasis largamente deseado.

Mi llama. Mi dulce y eterna llama.
Espérame de nuevo esta noche en tu lecho
Con tus brazos y piernas abiertas para tenerme.

Yo, tu eterna y dulce tentación, volaré allí
Para ofrecerme a ti, para darme entero
Y ser de nuevo tu amante en tus manos.

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